¿Cuándo debes pasarte de autónomo a S.L.?

¿Has pensado alguna vez en pasar de ser autónomo a constituir una Sociedad Limitada? ¿Tienes claro cuándo debes hacerlo y cuándo no debes hacerlo? ¿Sabes cuáles son las ventajas y desventajas de una SL con respecto al autónomo?.

Si buscas la respuesta a alguna de estas preguntas, has llegado al lugar correcto.

Hoy te contaré cuándo pasar de autónomo a Sociedad Limitada y por qué, llegado el momento, es mucho mejor optar por esta opción.

De autónomo a Sociedad Limitada, ¿Qué cambia?

En el sentido de la fiscalidad, pasar de autónomo a empresa es una opción muy interesante cuando pretendemos reinvertir el beneficio, ya sea directamente para hacer crecer el negocio o para la realización de otro tipo de inversiones.

El dinero que ahorras como Sociedad Limitada al liquidar los impuestos supone una mayor cantidad de recursos disponibles para hacer crecer tu negocio.

Si pretendemos “retirar” todo el beneficio de la Sociedad Limitada hacía el socio, ya sea por dividendos, emisión de facturas socio-sociedad o mediante nómina, al final acabaremos tributando por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en lugar de por el Impuesto sobre Sociedades, por lo que en este caso no tendría sentido la constitución.

Características principales de una Sociedad Limitada

Las características principales de una SL son las siguientes:

  • Constitución: se deben firmar estatutos y una escritura pública ante notario y entregarlos en el Registro Mercantil con las aportaciones de cada socio y porcentajes de capital correspondientes. Es un gasto que asciende a unos 300-600 € dependiendo del notario.
  • Personalidad jurídica: Una vez constituida la SL obtiene la personalidad jurídica, esto significa que a efectos legales y fiscales se considera que la sociedad tiene plena capacidad para contraer obligaciones y ejercer actividades que generan responsabilidad frente a terceros e incluso frente a sí misma, es decir la SL se considera “una persona” totalmente diferenciada de los socios que la constituyan.
  • Socios: una SL está formada por un número de socios (o un solo socio) que gestionan la empresa, entre los cuales pueden existir diferentes responsabilidades (solidaria o limitada al capital aportado) y clases (trabajadores o capitalistas).
  • Denominación Social: se debe registrar un nombre único en el Registro Mercantil Central con la abreviatura SL al final del mismo.
  • Capital social: dinero o bienes invertidos en la empresa, que deben sumar un mínimo de 3.000 €. Pueden aportarse los 3.000 € en dinero o a través de diferentes bienes como un ordenador, un local o cualquier otro bien valorado por los socios. Ese capital se divide a través de participaciones de los socios con diferentes porcentajes. Aunque cabe destacar que desde 2022 es posible constituir una SL con una aportación inicial de sólo 1 euro mientras se cumplan determinados requisitos.
  • Domicilio Social: lugar en el que se encuentra la empresa en España.
  • Objeto Social: actividad de la empresa o actividades, que suele ser lo más habitual. Se debe intentar añadir un número amplio de actividades para evitar tener que hacer gastos administrativos después para aumentar esta lista.
  • Administración y gestión: la SL puede ser administrada por un administrador único, por administradores solidarios (todos actúan por cuenta propia y afectando a todos), mancomunados (actuación conjunta) o por un consejo de administración (3 o más administradores).
  • Responsabilidad de la gestión: recae al 100% sobre los administradores. Los socios no tienen por qué ser responsables de gestionar la SL, ya que puede que solo hayan aportado capital.
  • Junta General: junta para toma de decisiones de la empresa, que se convoca con la frecuencia que se estime oportuna y al menos una vez cada 6 meses. Sirve para aprobar las cuentas anuales, reparto del resultado, modificaciones de estatutos, ceses y nombramientos de administradores, etc.

Ventajas de pasar de autónomo a Sociedad Limitada

Vamos con la pregunta clave. ¿Qué motivos pueden llevar a un autónomo comenzar a pensar en constituir una SL? Valora todos los siguientes:

Reducción de carga fiscal

Cuando comienzas como autónomo el IRPF que pagas puede variar desde el 19% hasta un 47,5% para las rentas más altas

En cambio, una Sociedad Limitada tributa por el Impuesto de Sociedades y tiene una situación mucho más favorable para ingresos altos.

El gravamen general para el ejercicio 2023 está en un 25% y para nuevas sociedades puede llegar a reducirse hasta un 10% (siempre que no hayas ejercido la misma actividad como autónomo u de otra forma jurídica).

Desde luego, suena mucho mejor tributar por un 15-23% que un 47,5%, ¿verdad?

Se podría decir que estas ventajas se notan a partir de unos 40.000 € anuales de beneficios.

Pero también hay que tener en cuenta que si todos los ingresos te los vas a llevar como beneficio personal y no los vas a dejar como patrimonio de la sociedad, finalmente acabarías tributando por IRPF, por lo que no tendría mucho sentido constituir la sociedad.

Protección del patrimonio personal

Por muy superhéroe que seas, tienes que proteger lo que tienes.

Como autónomo, la protección que tiene tu patrimonio personal es cero. Si no puedes pagar tus gastos, como la cuota de autónomo, la luz de tu local o Internet, los proveedores pueden saldar sus deudas con tus bienes personales (dinero en tu cuenta bancaria, coche o tu casa).

Cuanto mayor sea el volumen de facturación, mayor será el riesgo asumido por tu patrimonio. Y a partir de los 100.000€, o en el caso de contar con trabajadores, el riesgo aumenta de manera exponencial.

En una SL hay un escudo protector de patrimonio personal. La responsabilidad de cada uno de los socios es limitada al capital aportado.

Es decir, si para constituir la Sociedad Limitada aportaste 1.000 €, ese será el dinero que arriesgues, ya que la sociedad solo responde con sus propios bienes.

Imagen y reputación

Hay que admitir que, por desgracia, la imagen de los autónomos en España de cara a proveedores y grandes empresas no es muy positiva. Los freelances siguen generando desconfianza ya que de cara a la financiación, no dan las garantías que muchas entidades exigen.

Además, en sectores competentes y si se busca trabajar con grandes empresas, hay que ser Sociedad Limitada sí o sí.

Las grandes empresas necesitan saber la solvencia, garantía de suministro de información y otros datos que solo puedes conseguir en una SL, ya que hay muchos datos que como autónomos no existen.

Las sociedades limitadas tienen una capacidad mayor para negociar con las entidades bancarias y con grandes empresas y suelen dar una imagen de mayor confianza a proveedores y clientes.

Colaboración con administraciones públicas

En el caso de que queramos presentarnos a alguna licitación pública, aunque no es un requisito indispensable, si que el hecho de estar constituidos como sociedad limitada facilita y agiliza los trámites en gran medida.

Socios

Si un autónomo se ve desbordado por el trabajo tiene que contratar o aliarse con otro freelance.

Si esa relación continua a lo largo del tiempo, es probable que se quiera repartir el trabajo, obligaciones y responsabilidades.

Como autónomo es imposible hacerlo, pero como Sociedad Limitada se puede constituir la sociedad y repartir el capital, porcentaje y obligaciones de cada uno.

Además, en caso de que en un futuro haya problemas, todo estará firmado, pactado y en papel, lo que ahorrará más de un problema por el clásico «yo dije que…«.

Cuando es conveniente crear una Sociedad Limitada

Lo principal es saber en qué estado se encuentra tu negocio, viendo si está o no subiendo como la espuma.

Cuando veas que los ingresos netos aumentan junto con el nivel de facturación, este puede ser el momento ideal para cambiar de autónomo a empresa.

A partir de qué facturación interesa pasar de autónomo a Sociedad Limitada

De manera general podría decirse que cuando se cumpla alguna de estas condiciones:

  1. Tus ingresos anuales superan los 40.000 €.
  2. Tienes un volumen de facturación superior a 100.000€ o más de 5 trabajadores.

Otras circunstancias que favorecen pasar de autónomo a Sociedad Limitada

  1. Quieres proteger tu patrimonio personal ante proveedores.
  2. Buscas trabajar con grandes empresas, presentarte a licitaciones públicas o quieres conseguir facilidades de crédito bancario.
  3. Trabajas habitualmente con otra u otras personas y queréis formar una sociedad juntos.

Hay otros muchos y en general suelen ir de la mano con el crecimiento del negocio, ya que a mayor volumen de ingresos y empleados lo habitual es pasar de autónomo a SL.

Crear una sociedad instrumental para conseguir beneficios fiscales

La Agencia Tributaria vigila desde hace tiempo las sociedades instrumentales, que son sociedades que se constituyen con la intención de conseguir principalmente ventajas fiscales, aunque también otra serie de beneficios, como por ejemplo limitaciones en la responsabilidad.

Hacienda vigila aquellas sociedades que se constituyen con el único fin de evitar pagar impuestos más elevados. 

Así que a la hora de constituir una sociedad valora que verdaderamente vayas a ejercer una actividad mercantil. ¡No te la juegues!

Podemos ayudarte como autónomo a pasar a SL y crear tu primera empresa. Lo hacemos a diario, por lo que nuestra experiencia para aconsejarte no tiene precio.